jueves


MANUEL IVAN URBINA SANTANFE
LA VERSATILIDAD EN LA LITERATURA


Por: Johanna Marcela Rozo Enciso
mujerdeniebla29@yahoo.es


Manuel Iván Urbina Santafé escritor pamplonés, que reside en Cúcuta desde hace muchos años, nos habla hoy de literatura y de talleres de escritura. Él escribe poesía, cuentos, literatura infantil entre otros, paseándose fácilmente por todos los géneros literarios. Ha obtenido numerosos premios en diferentes categorías y actualmente es director de los talleres Relata Cúcuta.


J. R: Manuel Iván, bienvenido, empecemos a hablar de tus inicios en la literatura, de esos primeros textos si aún los tienes, si se publicaron o se desecharon, cómo fue el apoyo de tu familia en esta carrera literaria.

M. I.: Bueno, los primeros textos se me perdieron, por fortuna. Los que sobrevivieron, los quemé. Y el primer libro de poesía lo considero superado. Está en una edición de hizo la Cámara de Comercio de Cúcuta, y que hoy conservo como una rareza y un recuerdo. Eran poemas intimistas, muy personales, escritos para exorcizar el amor y el desamor.

Toda actividad artística tiene un proceso de aprendizaje que no termina. Y viendo los trabajos en perspectiva, con un mayor bagaje de lectura y experiencias de escritura, uno va siendo autocrítico.

J.R: La lectura y la escritura van de la mano, cuéntanos de esos primeros libros que leíste y de los libros que leías en la adolescencia.

Hay una serie de libros que se han leído en todas “las adolescencias”. Yo tengo una lista que incluye a Julio Verne, Hermann Hesse, Ernesto Cardenal, Nikos Kanzantzakis, Rabindranath Tagore, el mismo García Márquez.

Creo que la primera novela que leí fue Holocausto, sobre el genocidio perpetrado por los nazis. La estaba leyendo mi padre, que había cursado apenas hasta tercer grado de primaria, pero era un excelente lector.

J.R ¿Qué libro regala con frecuencia?

He regalado Las cenizas de Ángela, un hermoso libro sobre la infancia. No lo hago con frecuencia porque los libros están muy caros. También he regalado Primera nieve en el monte Fuji de Yasunari Kawabata y Nieve de Orhan Pamuk. Y El libro de las ilusiones de Paul Auster, que se lo regalé a mi querida amiga Martha Fajardo de Relata Ibagué.

Generalmente regalo libros de narrativa (o los presto, que es lo mismo), porque los libros de poesía los conservo para releerlos.

J.R ¿Qué libro no leería o recomendaría leer?

El último de Uribe, y el que siga, y el que siga.


J.R Eres un escritor que tiene facilidad para escribir poesía y narrativa, si tuvieras que escoger con cuál te quedarías y por qué


Si tuviera qué escoger sería muy triste. Pero me siento en mis aguas con la poesía y la narrativa para niños y jóvenes.

J.R Has ganado muchos premios en diferentes categorías literarias, ¿cuál de ellos ha sido más significativo y cuál es la razón?

En narrativa, la mención en el Premio Internacional Enka de Literatura Infantil y Juvenil, porque me abrió las puertas de las editoriales.

Y el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus 2011. Porque lo han ganado maestros que admiro, porque Cote es uno de mis autores favoritos.

J.R. ¿Cómo empiezas a construir un libro? ¿Cuál de tus obras sería tu favorita?

Generalmente, la obra favorita es la más reciente. Eso le sucede a todos: el mejor es el último hijo, el último poema, la última novia, excepto si uno se casa con ella.

Comienzo a escribir un libro con apuntes libres, con impresiones sentidas, todo en gran desorden y escrito en cuadernos y papeles que se refunden y, a menudo, se pierden.

J. R Alguna vez perteneció a un taller literario.

No, pero me hubiera gustado participar. Me habría ahorrado mucho camino. No andaría ahora descubriendo el agua tibia.

J.R ¿Se hacen los escritores en los talleres de literatura?

Vienen hechos, generalmente. Pero el taller les da un espacio ideal para que germinen.

J.R ¿Qué le ha aportado Relata (Red nacional de talleres de escritura creativa), a la literatura colombiana?

Una oportunidad de inclusión para las regiones alejadas del centro. Una instancia de crítica en proceso de formación. Posibilidad de tránsito e interacción de los creadores.

J.R Finalmente que le recomendarías a los jóvenes que quieren ser escritores.

Lo primero, que disfruten. Cualquier actividad artística vale la pena si nos hace un poco felices (si nos hace muy felices, puede ser peligrosa).

Luego, que disfruten leyendo, escribiendo, escuchando, conociendo su realidad y comunicándola.

Que tengan el ego en un punto medio. Si está muy crecido el ego, nunca aprenderán, no se podrán corregir. Ni siquiera entenderán las críticas. Si el ego está por el piso, la primera crítica los sacará del camino de la escritura.


Manuel Iván Urbina Santafé



Docente y escritor colombiano (Pamplona, 1967).

Reside en Cúcuta. Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus 2011 con el poemario El Dios de Johannes de Silentio. Premio Nacional de Cuento Infantil de Comfamiliar del Atlántico con “Una isla llamada Luna” (2009).

Finalista en el Concurso Barco de Vapor con Cantos u’wa en el corazón de Isabel y La dueña de la isla lunar (2009). En 2000 y 2001 obtuvo el Premio de Novela de Norte de Santander con las obras Donde los ángeles anidan, mención de honor en el Premio Internacional Enka de Literatura Infantil (Medellín, 2000), y En una plaza vacía.

En el Concurso Bienal de Literatura Colombo-Venezolana (San Cristóbal, 2003) alcanzó el primer puesto con el cuento “Soliloquio que Nancy no va a escuchar”.

Con la editorial Panamericana publicó Sören Kierkegaard: la conciencia de un desesperado (2005) y Donde los ángeles anidan. En poesía ha publicado Para que tú los entiendas (1998), Estudio de los seres y las cosas (2005) y Estudio compartido (2010), Premio de Poesía José Eusebio Caro.

Para el público infantil ha escrito Don Quijote leído por Alonso el Bueno (2004), De cómo le aparecieron las pecas a Rocío (2003), El Espíritu de los Libros (2005) y Una isla llamada Luna. Dirige en Cúcuta el taller de la Red Nacional de Escritura Creativa Renata.

lunes

CRUZ DEL SUR DOS CIUDADES, DOS MUJERES UN DESTINO
Por: Johanna Marcela Rozo Enciso



Conversé esta semana con el escritor español Rubén García Cebollero, nacido en Barcelona en el año 1975. Abogado de profesión y dedicado a la literatura por convicción. Rubén comenzó a escribir a los 14 años, y desde entonces ha escrito poesía, guiones, manuales de escritura y novela. Ganador de numerosos certámenes de poesía a nivel nacional. Cuenta con más de 30 títulos de su obra, en castellano, inglés, portugués, francés, italiano y alemán, tanto de narrativa breve, de novela, como de poesía.
Leonor
Fue finalista del premio Planeta con la novela EBRO 1938, que publicó en 2009 la editorial Nowtilus, ganador del Viernes Cultural de Cerdañola, y la UAB publicó el poemario de título “La luz de nuestras vistas”. En 2009 la editorial Delsan le publicó Almogavares I. Señores de Cornago. Galipoli, el inicio de una trilogía, cuyas portadas posteriores han sido obra del artista Ricardo Muñoz. El libro de relatos al que más afecto le tiene, sigue por diferentes líneas literarias siempre explorando, en continúa búsqueda de su ser frente a la palabra escrita.
Temponi David
Pero el tema que nos convoca hoy es la película Cruz del Sur, un film que habla sobre la problemática de la inmigración latina en medio de la crisis española. Juan su protagonista, es un uruguayo que enfrenta los recortes de personal de su empresa que lo lleva a buscar nuevas opciones de vida en otro país España, pero ya allí debe enfrentar situaciones y retos que no pensaba.
Rubén García Cebollero, contó para Red y Acción algunas confidencias de la creación del guión:
R. G. C . Por azar, por un único email de mi esposa, entramos en contacto David Sanz y Tony Lopez, que estaban interesados en dirigir una película sobre la batalla del Ebro.
Durante el proceso, se hicieron muchas versiones de guión, que hoy día han sido aparcadas por la crisis. Me comentaron que buscaban financiar Cruz del Sur y me permitieron leer una versión bastante anterior a lo que después fue el guión de rodaje. Entonces sucedió algo extraño, pues vi en la historia algo más que no estaba y que creí que podía escribir, así que le pregunté a David si como productor y con los otros guionistas vería bien autorizarme a escribir dicha novela.
Todo esto sucedió antes del rodaje de la película. Así que viví dos tipos distintos de creación, puesto que David y Tony me pidieron que interpretara uno de los personajes. Curiosamente, trabajaba de jefe de RRHH en ese momento, aunque por fortuna no tengo nada que ver con el personaje, mejor dicho, con la actitud fílmica del señor Guzmán. Fue una experiencia divertida, aunque son muchas horas de rodaje para que luego en pantalla mucho material no esté, por cuestiones de edición y de ritmo.
Visto desde dentro el esfuerzo para dar vida a una película es titánico, y en este caso ayudé a encontrar la financiación, y arriesgué con un crédito de mi bolsillo, porque sentí que eran capaces de contar una historia, sin pretensiones, sin alardes, cargada de humanidad y de una factura técnica impecable. La he visto casi 20 veces, y la disfruto mucho. El proceso en sí mismo fue toda una aventura, pues al ser coproducción se filmó entre Barcelona y Montevideo, con los traslados que eso supone, y con los riesgos.
Zaida Fornieles
El elenco actoral fue un acierto, pues junto al gran Walter Reyno, al fantástico Temponi, a la impresionante Leonor Svarcas, y al magnífico Alejandro Busch, aquí rayaron a un gran nivel tanto David Sanz, como Zaida Fornieles, como Blai Llopis, Dori Cano, Edu La Regina, Graciela de Santos, y todo el equipo técnico, con la fotografía de Iñigo Zubiracay. A ello contribuyó la ilusión de los alumnos de Claqueta y Acción, con Dani Feito, Sara San Martin, Javi, Sammy, Alejandro, Sara Marquez, Efrem, en una larguísima lista a la que debemos agradecer el compromiso, el esfuerzo y los sueños.
Los dejo con el trailer http://www.cruzdelsurfilm.com/trailer.html
Más reseñas en: www.demoliendo.blogspot.com
Fotografías cortesía de Rubén García Cebollero.
 
  

miércoles


 

MILCIADES ARÉVALO Y PUESTO DE COMBATE
 
Raúl Gómez Jattin y Milciades Arévalo
 
 

El escritor Milcíades Arévalo, creador y director de la revista de literatura más antigua de Colombia Puesto de Combate, conversó esta semana para Red y acción, nos contó sobre los autores que han pasado por la revista y de la nueva edición que saldrá próximamente.
Johanna Marcela Rozo Enciso
mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguajedemujer.blogspot.com


J.R. ¿Qué características debe tener un buen escritor?
M.A. No podría determinar las características de un buen escritor, ni siquiera las de un escritor. Habría que identificar qué se entiende por buen escritor. ¿Es el que publica cierta cantidad de libros, el que gana muchos premios, el que deja una huella, al que invitan a todas partes? Muchos escritores no han escrito sino uno, a lo sumo dos libros: Rimbaud, Juan Rulfo, Aurelio Arturo. Hay otros que han escrito infinidad de libros y no todos buenos: Carlos Fuentes, Vargas Llosa, Fernando Vallejo, etc. Muchos escritores pueden pasarse la vida escribiendo malos libros y los hay que solo al final de su vida dejan una obra memorable. Homero por ejemplo, debió ser muy viejo cuando escribió La Ilíada y La Odisea. Rimbaud fue un ejemplo de escritor precoz, pues hasta tuvo tiempo de viajar por Abisinia, traficar con armas y enviar a la sociedad cartográfica para la que trabajaba, hermosos textos relacionados con la geografía, los lugares y gentes que iba conociendo a su paso. Hay escritores muy buenos, que no lo fueron por cuenta de la Academia sino por la vida que vivieron, por ejemplo Bierce, Whitman, Miller, Saroyan y entre nosotros, Álvaro Cepeda Samudio, Arturo Echeverri Mejía y el propio García Márquez. Pienso que un buen escritor es aquel que habla de su aldea, o como decía mi abuela Alba: “Hay que saber de dónde viene uno para saber a dónde va”
--Hablemos un poco de tu vida como escritor. ¿Cómo empiezas a escribir una novela o un cuento y como surgen estas historias?
--Antes que nada he sido un viajero de todos los caminos, he recorrido muchos caminos, he conocido muchas ciudades y puertos; también he conocido muchos rostros. Por otra parte, soy un fotógrafo. En cada foto hay una historia de vida, un momento memorable. Muchas veces empiezo a escribir un cuento fijándome en las fotos que tomé con la cámara; es más fácil recordar eso que decía mi abuela. Por otra parte, he leído muchísimos libros, buenos, malos de todos los colores. Poesía, cuentos, novelas, ensayos. Yo nunca tuve una formación literaria ni fui a la academia para que me enseñaran a escribir, ni he creído que un escritor tenga que tener un doctorado para serlo.

La parte vivencial de las personas, como también lo es el paisaje, la atmósfera, el entorno geográfico, el momento, todo eso es importante para mí. Pienso que lo que importa es leer los buenos libros de los grandes maestros.

Sé que mi libro INVENTARIO DE INVIERNO, es uno de los buenos libros de la literatura juvenil de Colombia. Lo digo porque hasta me lo han pirateado. Y es bueno porque es la vida de un muchacho, de una familia y su entorno; es trágico, vivencial y poético, con toda la problemática que conlleva ser pobre en un país donde los niños nacen sin risa. Este libro me lo piden en escuelas y colegios a donde voy, y sin embargo no he podido volverlo a editar por no tener palancas en las grandes editoriales colombianas.
Mis cuentos y novelas tienen mucha imaginación, pero lo más importante es la vivencia que he tenido que vivir para poder escribir.
--¿Cuál de tus libros es tu favorito?
Todos mis libros son los favoritos, aunque yo no he publicado muchos, así que digamos. Y los que he escrito se han agotado porque las ediciones no pasan de mil, dos mil libros, y teniendo en cuenta este país con 48 millones de habitantes, la mayoría analfabetas, ¿qué son mil libros? Como se que tendré muchos lectores después de muerto, no lo digo por vanidad ni por loarme, sino porque en cada libro mío hay un pedazo de vida, un pedazo de ciudad, un pedazo del mundo que me tocó vivir y eso no se repetirá nunca. Les recomiendo a mis lectores presentes y futuros: Inventario de Invierno, El oficio de la Adoración, Cenizas en la Ducha, Ciudad sin Fábulas, Cálida Carne, Las Otras muertes o La Torre del Amor; no todos han sido publicados, desgraciadamente.
--Ya sabemos que Colombia es tierra de poetas ¿qué tan buenos son?
--No creo que sea una tierra de poetas sino de leones y publicistas. Hace 25 años vengo trabajando en la Feria del Libro y lo que más me sorprende es la cantidad de libros de poesía publicados en un año. Desgraciadamente solo unos cuantos poetas tienen algo que decirnos. Los demás no han sido capaces de “sentar a la belleza en sus rodillas.” Reconozco que entre los poetas muertos, muchos de ellos son los más geniales de la poesía colombiana. Hay otros que viven haciendo sus alardes poéticos en bares, casas de la cultura, bibliotecas, gimnasios y salas de belleza y salen todos los días en televisión, pero no son poetas. El que quiera saber qué tan buenos son los poetas colombianos, debe empezar a leerlos. Ojalá no se aburran en el intento.
Muchos narradores afirman que es más difícil escribir poesía, sin embargo tus novelas y cuentos son muy poéticos. ¿Para ti es difícil escribir poesía?
--Yo he escrito toda clase de cosas, poesía también pero nunca me interesé en publicar. Desde un comienzo tuve la certeza de que toda la poesía estaba escrita y que lo que venía después no era más que un circo.
Yo fui capaz de plagiar a los poetas del Siglo de Oro para enamorar a las muchachas y no dije una mentira cuando hablaba de los surrealistas, de Bretón, de los poetas de todas las fronteras y tal vez por eso en toda mi narrativa está la poesía. Sí. Publiqué versos en una revista Argentina llamada Cormorán y Delfín, en 1964 y en Nadaísmo 70 en 1972. Siempre, siempre he leído a todos los poetas, pero la carga poética mía está en la vivencia, en la realidad, en el mundo mágico y terrible en el que me muevo. Considero sin embargo que para mí es difícil escribir poesía y tal vez por eso no alardeo de ser poeta.
--Raúl Gómez Jattin, uno de los poetas más importantes de Colombia se dio a conocer gracias a ti, ¿cómo lo conociste y cómo eran esos primeros textos?
--Yo era muy aficionado al teatro, desde que regresé de un largo periplo por la costa norte colombiana vendiendo libros. Lo vi por primera vez actuando en 1967 en “Cuentos de Macondo”, adaptación teatral de los cuentos de García Márquez. No lo volví a ver, pero me gustó la caracterización que hizo de los personajes que interpretó ese día. En 1981 me envió desde Cereté 50 ejemplares de su libro Poemas. Repartí su libro entre varios poetas y nadie dijo nada; tampoco dijo nada la prensa. Yo le publique unos poemas en Puesto y lo di a conocer más ampliamente.
Sus primeros poemas me impactaron por todo lo que decían y cómo lo decía, y esa carga poética a flor de labios. Mejor dicho, la tragedia griega, el ambiente agreste de Cereté, la soledad que vivía, todo eso estaba en sus poemas. Sinceramente lo único que le pedí a la vida es que siguiera viviendo por una eternidad; la locura hacía de él un santo maldito. Tuvo toda clase de poemas, buenos, malos. Algunos poemas le sirvieron para comprarse un cigarrillo, un pucho de marihuana, etc. Ahora que Raúl está muerto, algunos lo quieren y otros ni siquiera se atreven a nombrarlo, tal vez porque tienen miedo que les haga sombra.
--¿Qué escritores y poetas publicaron en las primeras ediciones de Puesto de Combate? ¿Qué otros autores reconocidos actualmente publicaron sus primeros textos en la revista y como fue esa experiencia de conocerlos?

--Tuve la fortuna de publicar a muchos poetas y narradores. Unos ampliamente conocidos y otros a los que nadie conocía. Evelio Rosero, Triunfo Arciniegas, Juan Manuel Roca, Pedro Badrán, Octavio Escobar Giraldo, Marco Tulio Aguilera Garramuño, Orietta Lozano, Luz Helena Cordero, Juan Carlos Moyano, Gustavo Tatis Guerra, en fin… Ellos fueron los que vinieron a mí (Yo nunca he ido tras de nadie), y todo porque existía la revista Puesto de Combate, y esa revista no tenía cortapisas, ni era amiguera ni ninguneaba a nadie, y todo porque queríamos crear una Sociedad de la Imaginación.
Entre los más recientes autores que hemos publicado, podríamos decir que está Ricardo Abdallah, Felipe García Agudelo, Jader Rivera, Dina Luz Pardo
--Tú que conoces todo el panorama de la literatura colombiana, ¿qué opinas de las nuevas generaciones de escritores y poetas.
--Las nuevas generaciones son más generosas, más abiertas de pensamiento e ideas. Escritores y poetas son buscadores potenciales y buceadores permanentes, leen sus textos, los comparten, los ponen a rodar por ahí y por consiguiente son más espontáneos, libres y bellos.
--¿Qué motiva a Milcíades Arévalo a seguir publicando y descubriendo a escritores nacionales?
--Es un oficio, algo que viene de muy hondo. Desde muy lejos. Yo nací en un hogar donde no había ni un libro y la única que sabía leer y escribir, tanto en francés como en castellano, era mi abuela. Ella estuvo en la guerra de los mil días y cuando yo la conocí me enseñó a escribir cartas, que yo le enviaba a mi madre, que vivía tan lejos de mí como toda la distancia junta. Cuando fui grande vendí muchos libros desde el Cabo de la Vela hasta el Golfo de Urabá. Viví muchos años en la costa, porque hasta marinero fui. Y como todo escritor, también envíe muchos cuentos a los periódicos porque quería verlos publicados pero me los enviaron al cesto. Para que les siguieran enviando las colaboraciones ni mis cuentos al cesto de la basura, después de muchísimas lecturas, de viajes por la patria, de conocer a muchos escritores, fundé una revista. Si todavía, después de 40 años sigue en pie, no es por vanidad sino por pura terquedad; el resto es pura imaginación.
--Por último, hablemos de la edición No. 78 de Puesto de Combate, qué lecturas nos trae y qué autores y dónde se hará la presentación de este número. 

--Trae una entrevista al poeta Juan Gustavo Cobo Borda, una selección de poemas de José Luis Díaz Granados, Pedro Arturo Estrada, Lidia Salas, Esperanza Carvajal Gallego, Mario José Cervantes, Dina Luz Pardo, Ela Cuavas, Fredy Yezzed, Andrés Uribe Botero, Johanna Marcela Rozo, Minicuentos de Anibal Tobón, un texto de Bradbury, cuentos de Roberto Burgos Cantor, Milcíades Arévalo, Ios Fernández, Amadeo González Triviño, Jerónimo García Riaño, Jonathan Alexander España Eraso. El lanzamiento será el 26 de Octubre en el Teatro Taller de Colombia en Bogotá, y en Pitalito, Garzón y Neiva a mediados de Noviembre.


Milcíades Arévalo
Periodista cultural, dramaturgo y escritor de novelas y relatos, nacido en Cundinamarca en 1943. Obras publicadas El oficio de la Adoración.
Arévalo
Bucaramanga, Colombia: Editorial UNAB. 1988, Inventario de Invierno (Cuentos juveniles, 1995), Cenizas en la Ducha. Medellín, Colombia: Editorial Universidad de Antioquia. 2001, Manzanitas Verdes al desayuno 2010, El jardín subterráneo (teatro), Galería de la memoria(ensayo), La loca poesía (antología) y El héroe de todas las derrotas (novela). Milcíades Arévalo ha alcanzado las siguientes distinciones: Primer premio en el Concurso de cuentos Gobernación del Quindío (1983), Primer premio en el Concurso de cuento Testimonio (1986), Segundo premio en el Concurso de novela Ciudad de Pereira (1985) y Segundo premio en el Concurso de novela Ciudad de Pereira (1991). 

lunes


 Lauren Mendinueta del tiempo, un paso

Por: Johanna Marcela Rozo Enciso
mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguajedemujer.blogspot.com
   
 

Lauren
 
 



Hablar de Lauren, mejor; hablar de la poesía que hace y vive Lauren Mendinueta, es hablar de distancia, de viajes, de perseguir sueños y de la belleza de Lisboa donde vive hace más de cinco años, pero también de una Colombia llena de sueños a la que ella ve mejor desde lejos.
Esta ensayista y poeta barranquillera, eligió un lugar para vivir y no hablo de Colombia o Portugal. Este lugar es más difícil de encontrar y una vez instalados allí no hay tiquete de regreso, este lugar es la poesía. Precisamente en esta ocasión hablaremos de Lauren como poeta y de su libro: “Del tiempo, un paso” que mereció el VII Premio César Simón de poesía en el año 2011 y el favoritismo de la autora.
Su primer poema le da título al libro, “¿Quién alejó de mí aquellos dones que me pertenecían?/¿Por qué se fueron contra mi voluntad hasta el nunca-jamás?/¿O fui yo misma la que huyó a espaldas de un sátiro mentiroso, y las promesas traicionadas se exiliaron en una esquina recóndita?/Me pregunto si no seré una fugitiva de mis propios dones,/si este deseo de nada no será el principio de otro nacimiento. Nos muestra a una poeta profunda, en cada palabra, nos da cuenta de lo mucho que añora a esa tierra que dejo atrás y de lo mucho que se interroga por ese abandono necesario a los suyos. Y sin embargo nos traza un camino lleno de esperanzas y sueños que se cumplen dándonos una frase que extiende la mano a la nueva vida.
Lauren tiene la fuerza de derrumbarlo y construirlo todo en cada verso, de dominar cada elemento en que están contenidas las formas de su poesía, de ser la dueña de la palabra y fundirse en ella. “Tengo ganas de azotar a la noche/hasta verla sangrar/Deseo hasta el infinito/poseer algo que jamás se entregue”.
A través de su libro Del tiempo, un paso, la poeta nos habla de sus sismos interiores de cómo los transforma con la palabra en grito, en desahogo y como el poema puede ser también un campo de batalla para el autor. “No tiene por qué bastar/Pretendo gritar, gritar hasta perder la voz/Volver a ser pequeña,/ir hacia atrás,/hasta los tiempos en los que sólo podía expresarme con llanto/ y a nadie asombraban mis bramidos absurdos”.

Del tiempo, un paso, es un libro dividido en seis partes: “Deseo de nada”, “La Vida puede no estar aquí”, “Si fuera posible, el amor”, “Vistas sobre el tajo”, “Encallar en el Egeo” y “Estantigua”.
Los diálogos constantes con la poesía y con los poetas, son diálogos sinceros, de esa palabra moldeada en el corazón en su apuesta por la poesía por las mil voces que se cruzan en el oficio eterno de la palabra. Lauren es una poeta inquieta por la vida y por las decisiones que se deben tomar en ella, sin embargo en cada verso puedo percibir que nunca ha contemplado el abandono de la escritura, es más ha hecho de ella una amiga que la acompaña en cada paso.

Aquí una muestra poética:

HAY SÓLO UN TIEMPO
¿Hoy que vives entre cosas cotidianas
te olvidas de aquella época ilustre
cuando a tus pies tuviste la poesía?,
me pregunta desde un poema Raúl Gómez Jattin.
Asustada yo no me detengo a contestar.
Dice el evangelio que allí donde está el tesoro
reposa el corazón.
¿Será por eso que quien soy
no concuerda con lo que Soy?
Decidirme por lo que no me agrada.
Pensar en el futuro como si creyera en él.
Temeridad.
Hay sólo un tiempo para ser,
para hacer. Hacerse. Hágame. Hágase en mí.
Ya no me hago. No puedo hacerme.
Me dejo hacer por lo cotidiano.
Me harta el final del día
y no hay esperanza que me ilusione más allá del lunes.
Me siento como una enamorada
que persigue a su compañera infiel, la poesía,
de antro en antro,
buscando la ocasión de darle una bofetada
para regresar con ella a casa y lamerle los pies.
Aunque sé que la verdad es otra
porque en realidad nunca salgo a buscarla
soy la infiel,
la amante egoísta y ególatra
que se deja manosear en los bares.

MUERTE CIVIL DE LA POETA
Para Gisela Mejía
El amor, dijo la poeta, es toda la vida para mí.
Y así abandonó la escritura,
renunciando a lo suyo como lo haría una camarera.
Creyó que hacía falta ser otra para que la amaran.
Por la noche tomaba un somnífero para dormir bien
como cuando la poesía era toda su vida.
Por el día se ocultaba para que nadie la viera escribiendo sobre
otra mujer
(especialmente para no verse a sí misma traicionando su
renuncia).
Aunque le avergonzaba, ella seguía en su oscura tarea
porque al escribir sobre la vida de la otra
podía intercambiar las exigencias cotidianas por las del amor.
Después se divorció y con el divorcio fue su muerte civil
y la lenta resurrección de su alma.
BALADA POP
i
¿Que cuántos poemas de amor soy capaz de escribirte?
Mírate al espejo amor, tú eres la medida de mis versos.
Un pájaro sobre el árbol visto tan azul se ve, tan sosegado.
Tú no eres un pájaro amor, pero podrías volar.
¿Te atreverías a preguntar una vez más? Tú eres mi medida,
amor.
Coro
Si puedes imaginar un mundo sin autobuses es que no me
quieres.
Hay demasiados aviones en el cielo, pocos barcos de papel.
Yo te ofrezco lo más escaso, amor, barcos de papel.
i i
Una vez en Brasil me llevaste hasta un barranco,
querías que reconociera una calle con nombre de escritor.
Qué confundida me dejaste amor, yo quería volar.
No reconocía nada, yo quería volar sobre el barranco.
¿Te atreverías a preguntar una vez más? Tú eres mi medida,
amor.
(Coro)

5
Eres el extranjero, el apátrida,
el que nació en el mundo y morirá en Lisboa.
Eso has dicho.
Por eso cuando escuchas la jubilosa melodía
que da las seis en el campanario de San Roque
tu alma vuela hasta las campanas de San Nicolás,
hasta aquel templo del Caribe que levanta sus torres
a un cielo que tú mismo te has negado.
Entonces quisieras morir,
juntar el que fuiste con el que serás.
Pero no lo haces,
no te mueres.
Aunque podrías hacerlo,
no te mueres.

6
Porque los otros temen al tiempo
y tú no.
Porque los otros son árboles caídos
donde revienta el silencio y la podredumbre
y tú no,
por eso y por nada,
viniste a vivir en esta ciudad.
Lisboa abrevadero y gran estuario
donde nada se repite, excepto el todo.
Lisboa cárcel,
cerrada y abierta al mar.
Ciudad de belleza monótona
la que tú elegiste.
Tabaquería tan frágil como el mundo
y todavía más. Lisboa.
Por eso y por nada,
viniste a vivir en esta ciudad.
UNA VENTANA AL EGEO
Me asomo a la ventana
que dejó entreabierta el poema.
Es triste mirar hacia atrás
y sentir sobre los hombros
el peso de lo irrepetible.
No volveré a cumplir treinta
en la isla griega de roca desnuda,
ni volveré a tararear Nunca en domingo
aquella tarde de abril
en la que me cegaba
la rara avis de la luz egea.
La ventana terminará por clausurarse
y los días inolvidables de mi vida
quedarán como siempre
del lado que me excluye.

9
Porque alguna vez Dios tendrá que acordarse de mí,
alguna vez tendrá que oírme.
Un día me arrastraré por la casa para estrenar alas nuevas,
abriré el pico al infinito, hablaré con gorjeos,
y tú escucharás mi canto por tu presencia mutilada.
Ese día vendrás a cuidarme y me enseñarás todo lo que de ti
olvidé.
Cuando mis alas sean fuertes te subiré en hombros
y con el cuerpo entero y alado iluminaremos la luna.
Desde arriba te mostraré el mundo que en mi penar de
estantigua me fascinó.
Y en pleno firmamento, mochuelos, murciélagos y buitres
te dirán cuánto te añoraba.
Llorarás conmigo porque comprenderás que no quería
defraudarte,
que tenía que pagar con tu lejanía el alto precio de existir.
Ese día el alma libre de la gravedad del cuerpo,
de las paredes rugosas, de las puertas cerradas,
deshaciéndose, volverá a su principio,
y tú ya no tendrás que irte porque yo volveré a ser Lauren,
nada más Lauren,
y nunca habrá otra estantigua que sacuda el aire al pasar.

Lauren Mendinueta.
Barranquilla, Colombia en 1977. Ha publicado seis libros de poesía y una biografía de Marie Curie. Una antología de sus versos, con el título Poesía en sí misma (2007), fue publicada por la Universidad Externado de Colombia.
 
El libro La vocación suspendida (2008) recibió en España el VI Premio Internacional de Poesía Martín García Ramos.
En el año 2005 vivió en México con una Beca de Residencia Artística concedida por el Ministerio de Cultura de Colombia y el Fondo Para la Cultura y las Artes de México (FONCA.
Su poesía ha sido traducida al ingles, italiano, ruso, alemán y francés. Su nombre está incluido en antologías tanto en Europa como en América. Actualmente vivo en Lisboa.
Ha ganado numerosos premios. Dentro de sus libros se destacan: Carta desde la aldea (poesía), Inventario de ciudad, prólogo de Álvaro Mutis, Donde se escoge el pasado (poesía), Marie Curie, dos veces Nobel (biografía) Panamericana, Bogotá, Colombia, 2004, Autobiografía ampliada (poesía), Poesía en sí misma (poesía), selección de Antonio Sarabia, La vocación suspendida (poesía), prólogo de Jon Juaristi, Point de Lunettes, Sevilla, España, Vistas sobre el Tajo /Vistas sobre o Tejo. Edición Bilingue español-portugués. Ilustraciones de Luisa Bomba. Ediciones Fabula Urbis, Lisboa, Portugal, 2011, Del tiempo, un paso (poesía), Denes editores, Valencia, España, 2011, UM PAÍS QUE SONHA (Cem anos de poesia colombiana), Assírio & Albim, selección y prólogo de Lauren Mendinueta, traducción de Nuno Júdice, Lisboa, Portugal, 2012.
 
 

miércoles



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Mujeres que escriben como hombres
La voz de la escritora Pilar Quintana.

Johanna Marcela Rozo Enciso

mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguajedemujer.blogspot.com

Pilar Quintana

Este título resulta claramente machista, pero fue en alguna ocasión el título que le dio la escritora caleña Pilar Quintana a uno de sus conversatorios; inquieta y cansada de la pregunta de siempre “es su literatura femenina o feminista”; (Pilar Quintana autora de libros como, Cosquillas en la lengua 2003, Conspiración iguana 2009 y Coleccionistas de polvos raros 2010), concluyó sobre esta pregunta que no existe la literatura femenina, solo existe la literatura.

Pilar Quintana se gradúo de comunicadora social, ha viajado con el firme anhelo de ser libre, detesta los horarios de oficina y aunque alguna vez trabajo en una agencia de publicidad, ha decidido como filosofía de vida la literatura. En aquella ocasión renunció, vendió todo y se dedicó a vivir y a escribir, rodeada de una Cali violenta de donde surgió una novela que puso en el correo y se fue a recorrer el mundo, empezando por sur América y terminando en países como India y Australia.
A su regreso a Colombia, decide ir a vivir a una aldea en el Pacifico colombiano, donde no hay bancos, ni tráfico, ni nada más que el mar y una hermosa tierra de pescadores. Donde encuentra el espacio perfecto para escribir sus novelas y para vivir lejos de las turbulencias de la ciudad.
Pilar Quintana escribe Coleccionistas de Polvos Raros una obra con un telón de fondo como la Cali de finales de los ochenta, cuando todas las clases sociales tenían que ver con el narcotráfico y los Rodríguez Orejuela eran señores respetados invitados a todos los eventos importantes de la Cali, cuenta también que cuando el imperio cae, todos viven en una ciudad deprimida y con la negación absoluta de haberse relacionado con ellos en un acto de doble moral, pero además nos habla de una historia de amor no correspondido entre una trepadora social y un hombre de buena posición social.
Pilar Quintana cuenta de su experiencia como libretista de televisión en la serie Cartas a Harrison, allí aprendió la forma efectiva para contar historias, la exigencia que el medio tiene en la creación de conflictos y estructuras dramáticas le sirvió como escuela a la hora de escribir cuentos y novelas. Y precisamente en la visita que hace a Pamplona comparte sus conocimientos con un taller de creación de libretos para televisión invitada por el Taller Rayuela de Relata Pamplona.
Pilar en taller de libreto

El tono de sus cuentos es claramente diferente, tal vez por que es directo, audaz, y sincero. Toca temas de mujeres libres pero también de mujeres presas por la violencia sexual, sin tener un tono de denuncia, logra atrapar al lector desde la primera línea y deja un sabor amargo en algunos finales muy bien logrados. En cuentos como La Violación deja más incógnitas que certezas y con una pesadumbre en el lector, aquí un fragmento:
“Con la señora a duras penas si conseguía una erección que le permitía penetrarla. Era ahí cuando empezaba el verdadero martirio porque nunca alcanzaba la excitación suficiente para venirse. Horas y horas de darle a ese cuerpo de carne abundante y floja que aullaba debajo de él. Si la oscuridad era absoluta y la tocaba lo menos posible, podía imaginarse que la señora era la niña. Entonces se venía al instante”.
En sus cuentos el lenguaje es ágil y las acciones producen en el lector una serie de imágenes que pueden llegar a ser cinematográficas. Sus personajes casi nunca tienen nombre tal vez por que puede ser una historia que le pudo pasar a cualquier lector desprevenido. ¿Cuántas veces le han preguntado si ha sido fiel?. Este de alguna manera es el tema del cuento Una segunda oportunidad:
“Volví en la última lancha. Donaldo llevó mi maletín hasta la cabaña, me besó y me puso delante unas copas. Había preparado cebiche de pescado. Siempre que vuelvo de viaje me pregunta si le sigo siendo fiel. Esta vez le dije que no”.

Pilar Quintana nació en Cali, Colombia en 1972. Estudió comunicación social en la Universidad Javeriana de Bogotá. Luego de graduarse trabajó como libretista de televisión y redactora de textos para publicidad. Viajó tres años por el mundo y a su regreso a Colombia se radicó en el Pacífico colombiano, donde vive actualmente.

Ha publicado las novelas Cosquillas en la lengua (Planeta, 2003), Coleccionistas de polvos raros (Norma, 2007; El Aleph, El Cobre, 2010) y Conspiración iguana (Norma, 2009), además de cuentos en revistas y antologías de Latinoamérica, España, Italia, Alemania, Estados Unidos y Filipinas. Escribe la columna literaria de Gaceta, el suplemento dominical del periódico El País (Colombia).

En 2007 fue elegida como uno de los 39 escritores menores de 39 años más destacados de América Latina por el Hay Festival. En 2010 su novela Coleccionistas de polvos raros recibió el premio La Mar de Letras, otorgado por el festival La Mar de Músicas de Cartagena, España. En 2011 representó a Colombia en el International Writing Program de la Universidad de Iowa.

Reseñas publicadas en:
www.redyaccion.com



OSCAR SCHOONEWOLFF ROMERO
EL ARBOL DE LA PALABRA
Oscar Shoonewolff Romero


Por: Johanna Marcela Rozo Enciso

mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguaje.blogspot.com


A propósito de la feria del libro de Cúcuta que va del 3 al 8 de septiembre, quiero destacar la participación de autores regionales, que han dedicado vida y esfuerzos en el fortalecimiento de la memoria literaria de Norte de Santander. Oscar Shoonewolff Romero se presentará con su obra poética el 4 de septiembre a las 7 de la noche en la Biblioteca Julio Pérez Ferrero.
Oscar Shoonewolff Romero nació en Usaquen Cundinamarca en 1953. De abuelos alemanes que llegaron como inmigrantes a esta patria. Vive desde niño en Cúcuta, frontera colombo-venezolana. Y es allí en el ardor de esta ciudad calentana que se forma como poeta. Ha permanecido inédito por voluntad propia, se niega a creer en el reconocimiento que a tantas letras y plumas desgasta. Y en un acto de rebeldía por la década de los 70, abandona la facultad de derecho para dedicarse a la poesía.
Lo que más recuerda Oscar es su infancia, la que vivió con sus padres, hermanos y abuelos. Ha estos últimos los recuerda contándole historias maravillosas de Alemania, de su infancia allí.
Es a los nueve años donde descubre el mundo mágico de la escritura y reconoce con más pasión la fuerza de los libros, el deleite de las letras y el poder de la palabra. Cada día, en cada recital, en cada oportunidad nos recuerda que el todavía conserva el asombro y que aún tiene nueve años, edad mágica que marco su vida.
Uno de sus libros publicado por el grupo de poetas de Cúcuta en Ediciones Pirata de Calidad, titulado Al ojo próximo, cuya edición solo alcanzó cinco ejemplares como un acto y edición simbólica. Texto que sale a la luz como desafío a las grandes editoriales que no publican poesía y que creen más en las ventas que en la belleza de la palabra.
En Al ojo próximo Oscar Schoonewolff presenta un libro en tres partes la primera: Vuelo de pájaros errantes, la segunda: El Rostro que te mira y por último Memorias del olvido. Poemas que reflejan la soledad, la existencia de millones de personas que viven en esta tierra, que pasan y no se miran, no sospechan la presencia del otro, sentencian la indiferencia, la indolencia ante el poeta.
Y de nuevo en este libro lleno de símbolos, en la contraportada, Oscar retrata en dos líneas su vida: “Vivió en un bosque de latidos para llenarse de astros; falleció en el año 2006 el 14 de agosto. Siempre tuvo 9 años”. Esta muerte simbólica Oscar la concede a sus retractores, a los editores que rechazan las obras, a los gobiernos locales, departamentales y nacionales que nunca apoyan un proyecto y mucho menos una publicación cultural, a ese público que no compra textos, que no asiste nunca, que no se entera jamás de los hombres y mujeres que dedican su vida a embellecer el mundo con poesía. Pero para alegría de sus amigos, esta muerte solo fue teórica, y hoy todavía contamos con su poesía y con su trabajo en los talleres literarios. Barquito de papel y el árbol de la palabra son algunos de los talleres de creación literaria que dirige para niños y niñas de 28 municipios de Norte de Santander. Su dedicación y preocupación por motivar a los niños a leer y a escribir ha sido incansable.
MUESTRA POÉTICA
Vuelo de pájaros errantes
Cuando se nos cae un libro
Hay palabras que nos buscan
Para dejar de ser letra impresa
Y convertir el viaje en río que abre cauce
Con silencio y cantos de nubes
En vuelo de pájaros errantes.
Ellas transpiran sortilegios
Hurgando abismos
En el gozo de andar a fuego y aire
En el aire que respiras.
Las desnudamos con abrasadora cacería
Que en su desnudez conservan
Los desnudos de la piel.
Otra vez en los ojos del gato una palabra más
Donde a bordo navegamos
En raíces de barro con sobresaltos de olvidos.
No debemos llevar los nombres puestos
Que cada quien los adivine
Aprendiéndonos en rutas siderales
En las raíces del sueño.
Huellas de viento
Tengo mis manos fuera de las palabras
Han recorrido cuerpos de secretos enigmas.
Tallan preciosas piedras
Que trazan causes de siembras.
Cuando aprenden las texturas vegetales
Escudriñan silenciosos
Sueños que nombran
Huellas de viento
Antiguas ceremonias.
De un sol que descifra abecedarios cósmicos
Conocen la soledad del silencio.
Palpitan amaneceres de sombras
En la raíz del viento.
Vuelo circular de las aves del fuego.
Beben el cáliz de la flor
La simiente de la tierra húmeda
La iluminación del asombro.
Tempestuosas en puertos cardinales
Son aurora de primavera
En la dulce embriaguez del canto.
Bajo la lluvia de un jueves de mayo.
Regresan a la corteza de los días
Aprendiendo la textura del sueño.
Se extrañan en la ausencia de la palabra.

El rostro que te mira
Orilla del navegable río
Silencio de la celeste aurora.
Abismo de la palabra
Desbordamiento y limo
Canto y tempestad.
Aroma del viento
Fruto en el labio.
Asombro de la estrella noche
Rumor del fuego descubierto.
Resplandor del relámpago
Arco que tensa la luz de la memoria.
Saeta que atraviesa lo mirado
Savia de la sombra.

Adentro irradia fuego
En la lejanía el horizonte es abismo.
Conmueve la exacta geometría del viento.
Camino que bifurca en secretos manuscritos
El prodigioso acento de la voz.
Mas yo sé que todo privilegio alaba.
Noche de astros
Universo iluminado.
Adentro irradia fuego.

La aurora circular de los silencios
Preguntó al ojo del oráculo
La eterna finitud del canto.
Será signo del laberinto
La pisada de la bestia.
Mantén el tiempo
En el vuelo del gavilán
En el del colibrí.
La palabra compartida
El caudaloso río del asombro
En la estación del deseo.

Oscar Schoonewolff Romero, fue delegado ante el ministerio de Cultura para la Red de Organizaciones Culturales de la infancia ROCIN de 1989 a 1992. Fundador del taller infantil Barquito de papel. Coordino el Cine Club el Gatopardo de la UFPS. Fundador de la asociación de escritores de Norte de Santander. Con su taller El árbol de la palabra realizó en televisión el programa la cajita de los sueños. Segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía AURELIO ARTURO en 1992. Ha escrito los libros de poesía: Vuelo de pájaros errantes, Al ojo próximo, El silencio de la semilla, La siesta del camaleón y El vendedor de pájaros. Fue homenajeado por todo una vida dedicada a la literatura en el Festival de Poesía de Cúcuta en el 2007. Invitado al festival de poesía de Riohacha en 2010.

viernes


 
 
 
 

CORTOLETRAJES HISTORIAS COMUNES PARA GENTES CORRIENTES

Por: Johanna Marcela Rozo Enciso
mujerdeniebla29@yahoo.es
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El autor pamplonés *Luis Fernando Luna Maldonado, otras veces a dado muestra de creatividad, irreverencia y profundidad con trabajos por todos conocidos. Quién no se ha tropezado alguna vez por las calles de Pamplona con su obra hecha en baldosas antiminas, Victoria; en un compromiso con su país natal.
Con papel higiénico ilustrado muestra que no es necesario una editorial para publicar, invadió con este proyecto las cafeterías, las calles, las mesas y sobre todo las mentes y corazones que esperamos cada mes una nueva edición así sea en el mundo virtual.
Pero, Luis Fernando Luna pintor, publicista y escritor no deja de sorprendernos como artista integral, hoy nos presenta su última apuesta por el arte Cortoletrajes un libro como el mismo lo dice de historias comunes sobre gentes corrientes.
Un libro de 38 relatos cortos que cuenta sobre la vida común que usted y yo como espectadores podemos tener, el amor insertado en los muchos años de convivencia que se acaba tras una carta que tal vez no sirva de nada, aunque como diga unos de sus personajes “se deje media cama, la silla vacía del comedor, el puesto en el sillón (con el control del televisor que siempre fue suyo)”, o el sentimiento de un tatuaje impregnado en la piel como recuerdo eterno de un amor fallido que nos dice en esa voz femenina sin nombre “Qué ingenua como si grabando sus letras se sellara una garantía eterna de nuestra relación”, personajes que se reinventan frente al amor o el sexo en una banca de cualquier ciudad com ocurre en su relato La señora si quiere.
Luis Fernando Luna
Las pequeñas muertes de la cotidianidad, un todo en el que vivimos entre el afán del trabajo, de las conversaciones, de los eventos convencionales, un todo de vida real, que nosotros como espectadores de nuestras propias vidas no alcanzamos a percibir, pero que el autor Luis Fernando Luna no solo da cuenta de ello sino que lo relata con tranquilidad, sin artificios de escritura, sin tonos dramáticos, por el contrario cuenta de la vida de sus personajes inmersos en lo habitual, en la vida misma que es ahora en este instante en el que estamos aquí. Cada personaje nos recuerda a los que fuimos o lo que somos, y la falta de entendimiento de los unos con los otros, Luis Fernando Luna nos muestra sin ningún pudor como se nos pasa la vida queriendo vivir, en vez de vivir cada momento en lo corriente, en el día a día.
El tono fresco de cada relato y de cada escenario, personajes que surgen con todos sus conflictos humanos que cuentan de forma modesta su propia sabiduría, lo que puede pasar entregando una pizza, pidiendo alguna comida en una café o en una fiesta de cumpleaños.
En la escena diaria que nos muestra el escritor, la profundidad va más allá del texto que nos pone de frente con nuestras actuaciones y experiencias.
La ciudad en estos Cotoletrajes puede ser cualquiera, Pamplona, Bogotá, Madrid, el personaje uno de nosotros.

Aquí una muestra:

Plumas para tres

Desde su ventana y con la luz apagada, el señor Prosperus mira cómo dos ciudadanos de la calle se disputan la manta de plumas que él recién ha tirado en la acera, ahí, al lado del contenedor de basura; ese acto de quitarse de encima lo que aún pudiera servir pero que ya no, lo hace simplemente porque le chiflaba una nueva. Se acomoda las gafas para que la oscuridad le deje ver mejor, sin entender muy bien por qué aquellos hombres en su indigencia están
dispuestos a perder -según sus crecientes manoteos- algo de piel o de cabellos por conquistar ese tesoro que tal vez les salve de ese invierno de cuchillo.
El señor Prosperus mira su reloj y se va a dormir pues se hace tarde. Esta noche, sin entender muy bien por qué, él descansará con renovada placidez.

miércoles

POR LOS CAMINOS DEL CIELO DE LA MANO DE PILAR LOZANO


Por: Johanna Marcela Rozo Enciso
mujerdeniebla292@yahoo.es
www.lenguajedemujer.blogspot.com
La escritora y periodista *Pilar lozano, quien estuvo de visita en Pamplona a finales de 2011, nos habla para Red y Acción de su libro Los caminos del cielo, un viaje por la historia de la aviación en Colombia. Publicado por Panamericana: “Los pioneros de la aviación en Colombia fueron unos verdaderos héroes al implantar un medio de transporte que recién se estaba dando a conocer. Es la historia de hombres que venciendo el miedo se lanzaron a una desconocida aventura. Se atrevieron a volar en aviones sin frenos, con ruedas tan delgadas como las de una bicicleta o con descomunales flotadores. Aprendieron a aterrizar y acuatizar en ríos, laderas y pantanos. Fueron a dar una y otra vez de narices contra árboles y montañas, y en el conflicto con el Perú defendieron a Colombia.”
 

¿Qué la motivo a escribir de la historia de la aviación en Colombia? R. Desde hace años Santiago Suárez- mi compañero- amante de la Aviación tenía esta inquietud y me la contagió. Él se encargó de gran parte de la investigación y logró que yo me enamorara de los personajes Daza, Boy y Méndez Rey. Pensé que su historia me hubiera gustado conocerla en el colegio. ¿Por qué nadie me habló de ellos? , me pregunté varias veces.
¿Fue difícil conseguir información sobre los pioneros de la aviación, en algunos casos prácticamente desconocidos para la historia del país?
R- No tanto difícil pero si demorada. Hay buenos archivos de periódicos y aun hay testigos vivos de esa época. Logramos contactar a varios de ellos. Hicimos, además, varios viajes para reconocer los lugares que fueron escenarios de esta historia.
¿Haciendo está investigación tuvo muchas anécdotas, podría contarnos algunas?
R- El encuentro con Marina Daza - hija menor- de Camilo Daza, fue un momento especial y emocionante. Ella guarda tesoros de su padre- el pito con el cual espantaba los pájaros- y documentos originales como dibujos sobre aerodinámica y aeronáutica.
¿ Qué es lo que más destacaría del aviador pamplonés Camilo Daza?
R- Su interés en desarrollar una aviación colombiana, formar pilotos y técnicos aeronáuticos para no depender de otros países. Para él la aviación era indispensable para el desarrollo del país y para integrar a su departamento.
¿ Que opinión le merece que no exista un Museo de la aviación en Colombia, o al menos un Museo que reconozca la labor de Camilo Daza?
R- Es notorio el olvido en que se tiene a Daza. Es un nortesantandereano que hizo grandes aportes en la construcción de este país y es poco lo que se valora su esfuerzo. En la primaria todos los niños deberían conocer su vida y su obra.
¿En Pamplona, tuvo la oportunidad de conocer los restos del avión de Camilo Daza, que impresiones tuvo?
R. Me produjo sentimientos contradictorios. Por una parte fue emocionante ver piezas de los aviones y objetos que pertenecieron a él. Pero a la vez se siente un vacío pues la colección es pobre. No refleja la historia completa de este personaje.
¿Todas las historias del libro Los caminos del cielo son reales, o hay parte de ficción?
R. Son reales. La ficción esta en elementos secundarios, en detalles que dan vida a personajes que siempre nos han mostrado estáticos.
¿Qué aceptación ha tenido el libro entre el público joven?
R. Ha faltado promoción pero los que han tenido la oportunidad de leerlo han quedado fascinados con la historia. Los atrapa.
¿ Cuál es su parte favorita del libro?
R. Todo lo relacionado con Camilo Daza. Me encantan las personas que luchan por cumplir sus sueños. Muchos de los jóvenes que lo han leído comentan lo mismo.
¿ En que nuevos proyectos está trabajando ahora?
R. Por agüero no cuento mis proyectos sino cuando están casi en la etapa final…Pienso que si los cuento antes se pueden frustrar.
¿ Cómo escritora asociada de Relata (Red nacional de talleres de escritura creativa) como ve el panorama de lectura y escritura nacional?
R. Con la red he tenido la oportunidad de viajar por todo el país y he podido constatar que hay muchos colombianos con deseos de escribir, de contar sus historias. El acceso a los libros, en ciertas regiones, es aun difícil.
Finalmente, una invitación para leer este libro Los Caminos del Cielo.
R. Los caminos del cielo es una historia de héroes reales, de aventureros que merecen un reconocimiento por haber aportado a la construcción del país. Es un libro de sorpresas, de aventuras, de momentos difíciles. Sus protagonistas corrieron muchos riesgos para cumplir sus sueños. Volar en un país lleno de montañas, sin pistas para aterrizar, en aviones rudimentarios, no fue tarea fácil.
* Pilar Lozano Nació en Bogotá en 1951; estudió periodismo. Su primer libro fue Socaire y el Capitán loco, un cuento infantil que surgió mientras realizaba una crónica a bordo de un buque oceanográfico. Desde entonces combinó los dos oficios. Ha publicado 17 libros, la mayoría para niños y jóvenes: La estrella que le perdió el miedo a la noche; Turbel, el viento que se disfrazó de brisa; Colombia, mi abuelo y yo; El violinista de los puentes colgantes... El último, Así vivo yo, recoge historias de vida de niños de distintas regiones del país.
Varios cuentos y crónicas suyos se han publicado en compilaciones como Cuentos y relatos de la literatura colombiana, de Luz Mary Giraldo (2005) y Antología de grandes reportajes colombianos, de Daniel Samper (1990).
Desde hace más de 25 años es corresponsal, independiente, en Colombia del diario El País de España y colaboradora ocasional de sus publicaciones El País Semanal y Babelia.
Se ha especializado, además, en el tema de infancia y conflicto, lo que reflejo en el libro La guerra no es un juego de niños.
En los últimos años una actividad importante ha sido para ella la realización de talleres, sobre crónica y cuento en el programa Relata y de periodismo responsable con Medios para la paz. También en bibliotecas, colegios y fundaciones, sobre promoción de lectura y escritura en el aula.
Ha sido jurado de varios concursos de cuento a nivel regional y nacional y, en Colombia y otros países -Alemania, España, Holanda, Italia, México, Brasil, Costa Rica, Ecuador-, ha sido invitada como ponente a foros y seminarios. Ha recibido premios periodísticos: Vida y obra al mérito periodístico del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), dos premios de Periodismo “Simón Bolívar”, el premio de Crónica “Julio Chaparro”. También, en 2004, una beca de creación literaria del Ministerio de Cultura y otra, en 2008, de crónica periodística de la Fundación Avina.
 
   

lunes


Pedro Arturo Estrada, soñador de palabras.
 
 
 
 



Entrevista por: Johanna Marcela Rozo Enciso.
mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguajedemujer.blogspot.com
Pedro Arturo Estrada, poeta y narrador antioqueño, ganador de los premios de poesía Ciro Mendía, 2004, del premio Sueños de Luciano Pulgar, 2007 y Beca de creación en poesía Alcaldía de Medellín, 2012. Promotor cultural, coordinador de talleres literarios con niños, jóvenes y adultos. Cofundador de las revistas poéticas Maya y Fuegos. Miembro de la Casa de Poesía Porfirio Barba Jacob durante algunos años. Escritor asociado de Relata (Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa del Ministerio de Cultura).
¿Cómo decidiste y a qué edad ser poeta?
“Ser poeta” no se decide propiamente, tal vez. Se entra en la poesía por instinto quizá muy temprano en la vida, como en un sentimiento, como en un mundo “otro” dentro del mundo habitual del que nadie nos había dado noticias claras antes, al menos conscientemente. Ocurrió seguramente en esa “era fantástica” de los ocho años aproximadamente cuando escuchaba los cuentos de mi abuela o de mis tías, pero principalmente cuando descubrí hacia los nueve la biblioteca de Tomás Carrasquilla, el escritor antioqueño, allá en ese pueblecito entre montañas y el frío, llamado Santo Domingo. La lectura de ese Robinson Crusoe, tan solo en su isla, tan abandonado a sí mismo me marcó para siempre, me hizo sentir y ver que ese sería mi destino: la soledad cercada por el océano del lenguaje, el silencio, la búsqueda del ser más íntimo y su reintegración al mundo. Y luego, aquel “Paraíso perdido” de John Milton, con la figura del rebelde Lucifer, tan solo también, tan lúcido, arrojado al abismo, a la tiniebla absoluta, como el poeta que con el tiempo se ve también enfrentado a ese destino, a ese “non serviam” fulgurante, esa rebelión contra lo establecido, lo autoritario y el orden impuesto.
¿Si no fueras escritor, que otra profesión hubieras escogido?
Leer es el oficio que puedo asumir como tal en toda circunstancia. Porque escribir es en realidad una intensificación del acto de leer, una forma de integrarse al lenguaje humano de manera activa, apasionada y creadora. Vivimos en una época donde por fortuna se abren cada vez más las posibilidades no sólo de leer, sino de responder espontánea y sistemáticamente, a esa diversidad textual que constituye el mundo vivo y el mundo virtual en el que nos movemos. Por eso hablo siempre del hipertexto como visión integradora y dinámica de la cultura contemporánea, de la literatura y de la poesía entendida más allá de la noción de género, incluso de la noción delimitada de poema o de verso.
Sin embargo, también me hubiera gustado ser músico, cantar, componer canciones.

¿Dirías que hay autores o lecturas obligadas para la vida de cualquier escritor? ¿Cuáles recomendarías?
No, la lectura es un ejercicio de libertad, de imaginación y asunción del ser soberano de cada persona cuya elección más que programática, debe ser ante todo vital, como el amor, como toda experiencia humana. Sin embargo, sí es posible orientar la formación, digamos, profesional con lecturas básicas que no obligadas, que permitan fundamentar un conocimiento más estructurado de las técnicas literarias, los géneros, las tendencias, la evolución de la propia literatura como arte. En ello el panorama es amplísimo y depende mucho de la suerte que se tenga para encontrar los textos adecuados, las posibilidades educativas, los medios, en fin, tantas cosas. Porque simplemente decir, léase a Homero, a Dante, a Shakespeare, a Cervantes, a Quevedo, a Balzac, Dostoievsky o Kafka, no es suficiente ni definitivo. Hay que ir más allá, relacionar todas esas lecturas en otros contextos, otras realidades y confrontarlas con la propia vida.
¿Cómo ves el panorama nacional en las letras jóvenes de Colombia?
Muy interesante, fértil en nuevas visiones y maneras de sentir y de expresar el mundo tan complejo que vivimos. Hay voces cada vez más originales, más fuertes en las nuevas generaciones de narradores, de poetas, de cronistas, de teatreros y diría de artistas en general que abordan una sensibilidad más abierta a lo experimental, a la intertextualidad y la hipertextualidad contemporáneas. La información es instantánea, la imaginación vuela, la pluralidad, la interculturalidad, la diversidad de las estéticas e incluso su fugacidad, permiten un lenguaje más espontáneo y vital en muchos casos aunque el peligro de la confusión y la dispersión acompañan también esa experiencia. En lo que tiene que ver con la poesía, me encanta ver cómo los jóvenes están escribiendo hoy no sólo cosas románticas o eróticas propias de su edad, sino también experimentando con el lenguaje, explicándose el mundo e indagando por el sentido de la vida a través de una escritura seriamente asumida, con todos sus riesgos y hallazgos. Citar nombres no es mi fuerte. El tiempo lo hará por mí.
¿Muchos escritores no se leen por el temor a arrepentirse de lo ya publicado, alguna vez te arrepentiste de algún poema o cuento publicado?
Si pudiera hacerlo, seguramente que reduciría en mucho lo que he publicado hasta ahora, que tampoco es demasiado: cuatro libros y otros textos sueltos que andan por ahí. Pero confío en alcanzar a lo largo del tiempo que tengo y el que me falta aún, por lo menos a depurar unos cinco o diez poemas importantes para mí, que den cuenta de mi paso por este mundo.
¿ Cuál de tus libros es tu favorito?
Me sigue gustando Fatum, publicado por la colección Autores Antioqueños en el año 2000, porque agrupa quizá los poemas más característicos y tal vez sinceros de mi producción. Textos con los que todavía me identifico en gran parte.
¿ Qué opinas de los premios nacionales de poesía, son necesarios para determinar el estado de la poesía en Colombia?
Los premios en sí mismos no determinan el estado de la poesía en Colombia y creo que en ningún país, pero sí ayudan mucho al poeta como posibilidad de dar a conocer más su obra, de posicionarla, de encontrar un lector real. Está bien que el estado ofrezca becas y estímulos a las artes en general, y no siempre por ello el arte que se surja apoyado por estos estímulos se convertirá en arte oficial, porque todo arte, cuando lo es, será siempre subversivo y contradictor del poder, de lo oficial.

¿Qué opinión tienes del auge que se está dando en el país de los talleres literarios?
Muy saludable que se den estos espacios, que se apoyen permanentemente porque convocan a los jóvenes y aun a los adultos alrededor de la palabra como posibilidad real de integrarse al mundo, a la vida social y al pensamiento crítico, porque no sólo tienen como objetico fabricar artificialmente “escritores al montón”, sino en lo esencial, formar públicos lectores, sensibles, abiertos al diálogo interdisciplinario, tan importante y decisivo hoy por hoy.
¿Cuéntanos sobre la experiencia de la revista Maya y Fuegos, qué otras publicaciones independientes recomendarías?
Maya y Fuegos, fueron aventuras juveniles nacidas del deseo de dar a conocer nuestros primeros textos, entre amigos y algunos círculos de la poesía en Medellín, pero no duraron mucho aunque quedó un buen recuerdo en la mente de algunos. Pero ahora el panorama es más amplio, más fuerte y serio. Sobre todo porque la noción de revista en papel, aunque se conserva también en gran medida, se extiende hoy al espacio interactivo de la internet, el blog, la web y la posibilidad de actualizar contenidos es asombrosa. No obstante creo que hay revistas muy bellas en papel aquí en Colombia por ejemplo que son ya parte de nuestro patrimonio, como Puesto de Combate, Casa Silva, Ulrika, Prometeo, Universidad de Antioquia, Luna de locos, Luna nueva, Arcadia, El malpensante, etc. Revistas independientes en realidad podría decirse que son aquellas que todavía circulan de manera subterránea y alcanzan un público más restringido. Y en todas partes las hay.

¿ Qué les recomendarías a los jóvenes de talleres literarios que empiezan en este arduo trabajo de la literatura?
Ahondar en una conciencia crítica del lenguaje, entender que vivimos una época complejísima donde la mirada idílica en torno a la misma literatura, el arte y la poesía ya no es posible. Estar alerta a lo que pasa en el mundo desde una perspectiva no convencional, tratando de interpretar las nuevas propuestas no sólo en el ámbito estético sino social, científico, humano. No cerrarse únicamente a escribir por escribir. Mantener una conexión a tierra, no excluir nada, no despreciar al otro ni lo otro que somos también nosotros.
Una pregunta final: ¿Para ti qué es la poesía?
Es la única forma de sentirme vivo, de comprender, de hallar sentido a los fragmentos de realidad que soy.
Muestra poética.
LA RUEDA LENTA QUE TE MUELE
Esa quemadura, esa luz que cava y revienta silenciosa por dentro. Uñas rasgando desde el fondo, como si alguien estuviese asfixiándose en ti o buscando salir de ti. Quizá el que eras hasta ayer, quizá el que serás mañana. Y es entonces afuera igual la náusea antes de escalar el vacío, aferrarte a la rueda lenta que te muele segundo por segundo, silenciosa, eficaz, mientras cierras los ojos e inclinas la espalda, ensordecido, perfectamente aleccionado en el terror.
***
DEL ARTE DE CAER
Quien tropieza de nuevo contra la misma piedra comprende que ha empezado a caer sin remedio, que su cuerpo se inclina por inercia al vacío, al suelo que lo pide.
Quien imita los gestos del árbol inclinado en el aire, se sorprende de pronto con el gozo que asciende y lo sostiene en vilo entre el cielo y la tierra.
Quien se abraza a la nube que cruza por su sueño, despertará liviano, casi pájaro o viento, pero tendrá cuidado con objetos muy densos y con cuerpos oscuros.
Quien huya de sí mismo caerá, quién lo duda, en otra soledad y otro misterio, pero habrá descubierto al cabo que caer es tal vez la manera más bella de entender.
Y quien se suelta dulce hacia el centro secreto de su nada, hallará, finalmente, ese justo equilibrio en que caída y vuelo se funden, y lo salvan.
***
DE UNA MUCHACHA QUE SE DESCALZA
Una muchacha se descalza al fondo de mi infancia,
pero sobre el mundo la furia se desborda
y hay alguien al otro lado de mí abriendo una ventana al vacío
para arrojar su corazón.
Una muchacha escribe en su cuaderno blanco
sus miedos negros
y una bandada de pájaros agoreros cruza el cielo.
Su rostro desaparece
y deja aleteando sombras filosas en la pared
cuando despierto.
Huye de mí su risa de hojas secas al aire matinal
mientras tomo mi habitual desayuno
de palabras frías.
Una muchacha se desnuda en mi sueño,
pero a mi cuerpo se anudan ya las primeras raíces
del árbol subterráneo
que crecerá por siempre
en mis antípodas.
***
LAPSUS CALAMI
Qué escribimos todavía
desesperados sobre papeles que sólo
arrastra el viento del apocalipsis
si nadie lee nada y si leyera
entre bostezos sólo tinta rojioscura
de sus ojos de hielo escurriría
Qué esperamos decirnos
cuando todo está dicho y nadie escucha
y se devuelve el flujo atascado de silencios
ahogándonos de hastío
de palabras mil veces masticadas por otros
de sueños repetidos
mientras muere la tierra a nuestra espalda
y caen incendiados los cielos que inventamos
sobre nuestras cabezas
Qué escribimos imbécilmente urgidos
penosamente oscuros y gibosos
sobre el blanco sagrado que fue ramaje un día
y habitación de pájaros
Qué esperamos seguir abriendo en el vacío
con el cuchillo negro del lenguaje que hiere
sólo la propia carne
el corazón que gira como un corcho varado
en el vertedero.
***
Pedro Arturo Estrada – Girardota, 1956. Poeta, narrador y ensayista. Ha publicado Poemas en blanco y negro (1994); Fatum (2000); Oscura edad (2006) y Suma del tiempo (2009). Premio nacional Ciro Mendía en 2004 y Sueños de Luciano Pulgar, 2007. Coordina talleres literarios con niños, jóvenes y adultos. Textos suyos han sido recogidos en algunas antologías nacionales y del exterior. Los poemas presentes hacen parte de su próximo libro Poemas de Otra/parte.