miércoles



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Mujeres que escriben como hombres
La voz de la escritora Pilar Quintana.

Johanna Marcela Rozo Enciso

mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguajedemujer.blogspot.com

Pilar Quintana

Este título resulta claramente machista, pero fue en alguna ocasión el título que le dio la escritora caleña Pilar Quintana a uno de sus conversatorios; inquieta y cansada de la pregunta de siempre “es su literatura femenina o feminista”; (Pilar Quintana autora de libros como, Cosquillas en la lengua 2003, Conspiración iguana 2009 y Coleccionistas de polvos raros 2010), concluyó sobre esta pregunta que no existe la literatura femenina, solo existe la literatura.

Pilar Quintana se gradúo de comunicadora social, ha viajado con el firme anhelo de ser libre, detesta los horarios de oficina y aunque alguna vez trabajo en una agencia de publicidad, ha decidido como filosofía de vida la literatura. En aquella ocasión renunció, vendió todo y se dedicó a vivir y a escribir, rodeada de una Cali violenta de donde surgió una novela que puso en el correo y se fue a recorrer el mundo, empezando por sur América y terminando en países como India y Australia.
A su regreso a Colombia, decide ir a vivir a una aldea en el Pacifico colombiano, donde no hay bancos, ni tráfico, ni nada más que el mar y una hermosa tierra de pescadores. Donde encuentra el espacio perfecto para escribir sus novelas y para vivir lejos de las turbulencias de la ciudad.
Pilar Quintana escribe Coleccionistas de Polvos Raros una obra con un telón de fondo como la Cali de finales de los ochenta, cuando todas las clases sociales tenían que ver con el narcotráfico y los Rodríguez Orejuela eran señores respetados invitados a todos los eventos importantes de la Cali, cuenta también que cuando el imperio cae, todos viven en una ciudad deprimida y con la negación absoluta de haberse relacionado con ellos en un acto de doble moral, pero además nos habla de una historia de amor no correspondido entre una trepadora social y un hombre de buena posición social.
Pilar Quintana cuenta de su experiencia como libretista de televisión en la serie Cartas a Harrison, allí aprendió la forma efectiva para contar historias, la exigencia que el medio tiene en la creación de conflictos y estructuras dramáticas le sirvió como escuela a la hora de escribir cuentos y novelas. Y precisamente en la visita que hace a Pamplona comparte sus conocimientos con un taller de creación de libretos para televisión invitada por el Taller Rayuela de Relata Pamplona.
Pilar en taller de libreto

El tono de sus cuentos es claramente diferente, tal vez por que es directo, audaz, y sincero. Toca temas de mujeres libres pero también de mujeres presas por la violencia sexual, sin tener un tono de denuncia, logra atrapar al lector desde la primera línea y deja un sabor amargo en algunos finales muy bien logrados. En cuentos como La Violación deja más incógnitas que certezas y con una pesadumbre en el lector, aquí un fragmento:
“Con la señora a duras penas si conseguía una erección que le permitía penetrarla. Era ahí cuando empezaba el verdadero martirio porque nunca alcanzaba la excitación suficiente para venirse. Horas y horas de darle a ese cuerpo de carne abundante y floja que aullaba debajo de él. Si la oscuridad era absoluta y la tocaba lo menos posible, podía imaginarse que la señora era la niña. Entonces se venía al instante”.
En sus cuentos el lenguaje es ágil y las acciones producen en el lector una serie de imágenes que pueden llegar a ser cinematográficas. Sus personajes casi nunca tienen nombre tal vez por que puede ser una historia que le pudo pasar a cualquier lector desprevenido. ¿Cuántas veces le han preguntado si ha sido fiel?. Este de alguna manera es el tema del cuento Una segunda oportunidad:
“Volví en la última lancha. Donaldo llevó mi maletín hasta la cabaña, me besó y me puso delante unas copas. Había preparado cebiche de pescado. Siempre que vuelvo de viaje me pregunta si le sigo siendo fiel. Esta vez le dije que no”.

Pilar Quintana nació en Cali, Colombia en 1972. Estudió comunicación social en la Universidad Javeriana de Bogotá. Luego de graduarse trabajó como libretista de televisión y redactora de textos para publicidad. Viajó tres años por el mundo y a su regreso a Colombia se radicó en el Pacífico colombiano, donde vive actualmente.

Ha publicado las novelas Cosquillas en la lengua (Planeta, 2003), Coleccionistas de polvos raros (Norma, 2007; El Aleph, El Cobre, 2010) y Conspiración iguana (Norma, 2009), además de cuentos en revistas y antologías de Latinoamérica, España, Italia, Alemania, Estados Unidos y Filipinas. Escribe la columna literaria de Gaceta, el suplemento dominical del periódico El País (Colombia).

En 2007 fue elegida como uno de los 39 escritores menores de 39 años más destacados de América Latina por el Hay Festival. En 2010 su novela Coleccionistas de polvos raros recibió el premio La Mar de Letras, otorgado por el festival La Mar de Músicas de Cartagena, España. En 2011 representó a Colombia en el International Writing Program de la Universidad de Iowa.

Reseñas publicadas en:
www.redyaccion.com



OSCAR SCHOONEWOLFF ROMERO
EL ARBOL DE LA PALABRA
Oscar Shoonewolff Romero


Por: Johanna Marcela Rozo Enciso

mujerdeniebla29@yahoo.es
www.lenguaje.blogspot.com


A propósito de la feria del libro de Cúcuta que va del 3 al 8 de septiembre, quiero destacar la participación de autores regionales, que han dedicado vida y esfuerzos en el fortalecimiento de la memoria literaria de Norte de Santander. Oscar Shoonewolff Romero se presentará con su obra poética el 4 de septiembre a las 7 de la noche en la Biblioteca Julio Pérez Ferrero.
Oscar Shoonewolff Romero nació en Usaquen Cundinamarca en 1953. De abuelos alemanes que llegaron como inmigrantes a esta patria. Vive desde niño en Cúcuta, frontera colombo-venezolana. Y es allí en el ardor de esta ciudad calentana que se forma como poeta. Ha permanecido inédito por voluntad propia, se niega a creer en el reconocimiento que a tantas letras y plumas desgasta. Y en un acto de rebeldía por la década de los 70, abandona la facultad de derecho para dedicarse a la poesía.
Lo que más recuerda Oscar es su infancia, la que vivió con sus padres, hermanos y abuelos. Ha estos últimos los recuerda contándole historias maravillosas de Alemania, de su infancia allí.
Es a los nueve años donde descubre el mundo mágico de la escritura y reconoce con más pasión la fuerza de los libros, el deleite de las letras y el poder de la palabra. Cada día, en cada recital, en cada oportunidad nos recuerda que el todavía conserva el asombro y que aún tiene nueve años, edad mágica que marco su vida.
Uno de sus libros publicado por el grupo de poetas de Cúcuta en Ediciones Pirata de Calidad, titulado Al ojo próximo, cuya edición solo alcanzó cinco ejemplares como un acto y edición simbólica. Texto que sale a la luz como desafío a las grandes editoriales que no publican poesía y que creen más en las ventas que en la belleza de la palabra.
En Al ojo próximo Oscar Schoonewolff presenta un libro en tres partes la primera: Vuelo de pájaros errantes, la segunda: El Rostro que te mira y por último Memorias del olvido. Poemas que reflejan la soledad, la existencia de millones de personas que viven en esta tierra, que pasan y no se miran, no sospechan la presencia del otro, sentencian la indiferencia, la indolencia ante el poeta.
Y de nuevo en este libro lleno de símbolos, en la contraportada, Oscar retrata en dos líneas su vida: “Vivió en un bosque de latidos para llenarse de astros; falleció en el año 2006 el 14 de agosto. Siempre tuvo 9 años”. Esta muerte simbólica Oscar la concede a sus retractores, a los editores que rechazan las obras, a los gobiernos locales, departamentales y nacionales que nunca apoyan un proyecto y mucho menos una publicación cultural, a ese público que no compra textos, que no asiste nunca, que no se entera jamás de los hombres y mujeres que dedican su vida a embellecer el mundo con poesía. Pero para alegría de sus amigos, esta muerte solo fue teórica, y hoy todavía contamos con su poesía y con su trabajo en los talleres literarios. Barquito de papel y el árbol de la palabra son algunos de los talleres de creación literaria que dirige para niños y niñas de 28 municipios de Norte de Santander. Su dedicación y preocupación por motivar a los niños a leer y a escribir ha sido incansable.
MUESTRA POÉTICA
Vuelo de pájaros errantes
Cuando se nos cae un libro
Hay palabras que nos buscan
Para dejar de ser letra impresa
Y convertir el viaje en río que abre cauce
Con silencio y cantos de nubes
En vuelo de pájaros errantes.
Ellas transpiran sortilegios
Hurgando abismos
En el gozo de andar a fuego y aire
En el aire que respiras.
Las desnudamos con abrasadora cacería
Que en su desnudez conservan
Los desnudos de la piel.
Otra vez en los ojos del gato una palabra más
Donde a bordo navegamos
En raíces de barro con sobresaltos de olvidos.
No debemos llevar los nombres puestos
Que cada quien los adivine
Aprendiéndonos en rutas siderales
En las raíces del sueño.
Huellas de viento
Tengo mis manos fuera de las palabras
Han recorrido cuerpos de secretos enigmas.
Tallan preciosas piedras
Que trazan causes de siembras.
Cuando aprenden las texturas vegetales
Escudriñan silenciosos
Sueños que nombran
Huellas de viento
Antiguas ceremonias.
De un sol que descifra abecedarios cósmicos
Conocen la soledad del silencio.
Palpitan amaneceres de sombras
En la raíz del viento.
Vuelo circular de las aves del fuego.
Beben el cáliz de la flor
La simiente de la tierra húmeda
La iluminación del asombro.
Tempestuosas en puertos cardinales
Son aurora de primavera
En la dulce embriaguez del canto.
Bajo la lluvia de un jueves de mayo.
Regresan a la corteza de los días
Aprendiendo la textura del sueño.
Se extrañan en la ausencia de la palabra.

El rostro que te mira
Orilla del navegable río
Silencio de la celeste aurora.
Abismo de la palabra
Desbordamiento y limo
Canto y tempestad.
Aroma del viento
Fruto en el labio.
Asombro de la estrella noche
Rumor del fuego descubierto.
Resplandor del relámpago
Arco que tensa la luz de la memoria.
Saeta que atraviesa lo mirado
Savia de la sombra.

Adentro irradia fuego
En la lejanía el horizonte es abismo.
Conmueve la exacta geometría del viento.
Camino que bifurca en secretos manuscritos
El prodigioso acento de la voz.
Mas yo sé que todo privilegio alaba.
Noche de astros
Universo iluminado.
Adentro irradia fuego.

La aurora circular de los silencios
Preguntó al ojo del oráculo
La eterna finitud del canto.
Será signo del laberinto
La pisada de la bestia.
Mantén el tiempo
En el vuelo del gavilán
En el del colibrí.
La palabra compartida
El caudaloso río del asombro
En la estación del deseo.

Oscar Schoonewolff Romero, fue delegado ante el ministerio de Cultura para la Red de Organizaciones Culturales de la infancia ROCIN de 1989 a 1992. Fundador del taller infantil Barquito de papel. Coordino el Cine Club el Gatopardo de la UFPS. Fundador de la asociación de escritores de Norte de Santander. Con su taller El árbol de la palabra realizó en televisión el programa la cajita de los sueños. Segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía AURELIO ARTURO en 1992. Ha escrito los libros de poesía: Vuelo de pájaros errantes, Al ojo próximo, El silencio de la semilla, La siesta del camaleón y El vendedor de pájaros. Fue homenajeado por todo una vida dedicada a la literatura en el Festival de Poesía de Cúcuta en el 2007. Invitado al festival de poesía de Riohacha en 2010.