MANUEL IVAN URBINA SANTANFE
LA VERSATILIDAD EN LA LITERATURA
Por: Johanna Marcela Rozo Enciso
mujerdeniebla29@yahoo.es
Manuel Iván Urbina Santafé escritor pamplonés, que reside en Cúcuta desde hace muchos años, nos habla hoy de literatura y de talleres de escritura. Él escribe poesía, cuentos, literatura infantil entre otros, paseándose fácilmente por todos los géneros literarios. Ha obtenido numerosos premios en diferentes categorías y actualmente es director de los talleres Relata Cúcuta.
J. R: Manuel Iván, bienvenido, empecemos a hablar de tus inicios en la literatura, de esos primeros textos si aún los tienes, si se publicaron o se desecharon, cómo fue el apoyo de tu familia en esta carrera literaria.
M. I.: Bueno, los primeros textos se me perdieron, por fortuna. Los que sobrevivieron, los quemé. Y el primer libro de poesía lo considero superado. Está en una edición de hizo la Cámara de Comercio de Cúcuta, y que hoy conservo como una rareza y un recuerdo. Eran poemas intimistas, muy personales, escritos para exorcizar el amor y el desamor.
Toda actividad artística tiene un proceso de aprendizaje que no termina. Y viendo los trabajos en perspectiva, con un mayor bagaje de lectura y experiencias de escritura, uno va siendo autocrítico.
J.R: La lectura y la escritura van de la mano, cuéntanos de esos primeros libros que leíste y de los libros que leías en la adolescencia.
Hay una serie de libros que se han leído en todas “las adolescencias”. Yo tengo una lista que incluye a Julio Verne, Hermann Hesse, Ernesto Cardenal, Nikos Kanzantzakis, Rabindranath Tagore, el mismo García Márquez.
Creo que la primera novela que leí fue Holocausto, sobre el genocidio perpetrado por los nazis. La estaba leyendo mi padre, que había cursado apenas hasta tercer grado de primaria, pero era un excelente lector.
J.R ¿Qué libro regala con frecuencia?
He regalado Las cenizas de Ángela, un hermoso libro sobre la infancia. No lo hago con frecuencia porque los libros están muy caros. También he regalado Primera nieve en el monte Fuji de Yasunari Kawabata y Nieve de Orhan Pamuk. Y El libro de las ilusiones de Paul Auster, que se lo regalé a mi querida amiga Martha Fajardo de Relata Ibagué.
Generalmente regalo libros de narrativa (o los presto, que es lo mismo), porque los libros de poesía los conservo para releerlos.
J.R ¿Qué libro no leería o recomendaría leer?
El último de Uribe, y el que siga, y el que siga.
J.R Eres un escritor que tiene facilidad para escribir poesía y narrativa, si tuvieras que escoger con cuál te quedarías y por qué
Si tuviera qué escoger sería muy triste. Pero me siento en mis aguas con la poesía y la narrativa para niños y jóvenes.
J.R Has ganado muchos premios en diferentes categorías literarias, ¿cuál de ellos ha sido más significativo y cuál es la razón?
En narrativa, la mención en el Premio Internacional Enka de Literatura Infantil y Juvenil, porque me abrió las puertas de las editoriales.
Y el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus 2011. Porque lo han ganado maestros que admiro, porque Cote es uno de mis autores favoritos.
J.R. ¿Cómo empiezas a construir un libro? ¿Cuál de tus obras sería tu favorita?
Generalmente, la obra favorita es la más reciente. Eso le sucede a todos: el mejor es el último hijo, el último poema, la última novia, excepto si uno se casa con ella.
Comienzo a escribir un libro con apuntes libres, con impresiones sentidas, todo en gran desorden y escrito en cuadernos y papeles que se refunden y, a menudo, se pierden.
J. R Alguna vez perteneció a un taller literario.
No, pero me hubiera gustado participar. Me habría ahorrado mucho camino. No andaría ahora descubriendo el agua tibia.
J.R ¿Se hacen los escritores en los talleres de literatura?
Vienen hechos, generalmente. Pero el taller les da un espacio ideal para que germinen.
J.R ¿Qué le ha aportado Relata (Red nacional de talleres de escritura creativa), a la literatura colombiana?
Una oportunidad de inclusión para las regiones alejadas del centro. Una instancia de crítica en proceso de formación. Posibilidad de tránsito e interacción de los creadores.
J.R Finalmente que le recomendarías a los jóvenes que quieren ser escritores.
Lo primero, que disfruten. Cualquier actividad artística vale la pena si nos hace un poco felices (si nos hace muy felices, puede ser peligrosa).
Luego, que disfruten leyendo, escribiendo, escuchando, conociendo su realidad y comunicándola.
Que tengan el ego en un punto medio. Si está muy crecido el ego, nunca aprenderán, no se podrán corregir. Ni siquiera entenderán las críticas. Si el ego está por el piso, la primera crítica los sacará del camino de la escritura.
Manuel Iván Urbina Santafé
Docente y escritor colombiano (Pamplona, 1967).
Reside en Cúcuta. Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus 2011 con el poemario El Dios de Johannes de Silentio. Premio Nacional de Cuento Infantil de Comfamiliar del Atlántico con “Una isla llamada Luna” (2009).
Finalista en el Concurso Barco de Vapor con Cantos u’wa en el corazón de Isabel y La dueña de la isla lunar (2009). En 2000 y 2001 obtuvo el Premio de Novela de Norte de Santander con las obras Donde los ángeles anidan, mención de honor en el Premio Internacional Enka de Literatura Infantil (Medellín, 2000), y En una plaza vacía.
En el Concurso Bienal de Literatura Colombo-Venezolana (San Cristóbal, 2003) alcanzó el primer puesto con el cuento “Soliloquio que Nancy no va a escuchar”.
Con la editorial Panamericana publicó Sören Kierkegaard: la conciencia de un desesperado (2005) y Donde los ángeles anidan. En poesía ha publicado Para que tú los entiendas (1998), Estudio de los seres y las cosas (2005) y Estudio compartido (2010), Premio de Poesía José Eusebio Caro.
Para el público infantil ha escrito Don Quijote leído por Alonso el Bueno (2004), De cómo le aparecieron las pecas a Rocío (2003), El Espíritu de los Libros (2005) y Una isla llamada Luna. Dirige en Cúcuta el taller de la Red Nacional de Escritura Creativa Renata.